30/4/09

Barajas sí, Suárez no.

Considero que el aparente suicido político de Suárez para preparar la transición merece muchos premios, quizás el de Gran Prestidigitador, para empezar. Ha tenido muchas y merecidas alabanzas porque hizo un trabajo impagable evitando una ruptura violenta, un nuevo enfrentamiento entre la derecha cavernaria, incapaz de soltar de buena gana el poder absoluto y absolutista, y el pueblo, que quería aire puro, libertad.
Se le nombró Duque- algo que no se ha hecho con ningún otro ex Presidente del Gobierno- y cuenta con la simpatía de casi toda la sociedad, quizás excepto la de los suyos, los que fueron de su bando y luego le llamaron traidor y destrozaron su partido, la UCD.
Por todo ello y, muchas más consideraciones que no caben aquí opino que, todos los respetos y consideración hacia la figura de Suárez, pero no hasta el punto de colocar su nombre al primer aeropuerto de España y el cuarto del Mundo, si no me equivoco. Sería excesivo, ya que sus aportaciones a la democracia duraron cuatro años y en cambio a la Dictadura la sirvió desde crío, toda una vida- sirviéndola y viviendo de ella- no hay más que estudiar su carrera meteórica hasta auparse a los más altos cargos del partido único.
Agradecer y reconocer el mérito de su esfuerzo por devolver la democracia al País sí, pero Barajas puede seguir con ese nombre hasta que se nos ocurra otro más adecuado y con menos "pasado".

19.02.09

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