30/4/09

El periodismo hoy.

Cuando uno reflexiona sobre la profesión lo hace desde el purismo limpio y bienintencionado: como un deseo, una utopía deseable y deseada. Lástima que todo parecido con la realidad sea sólo casual. Seguramente existe el profesional incorrupto, aséptico y convencido de cual es su misión en la sociedad. Pero creo no conocer a ninguno que reúna esas condiciones. La concentración de las empresas periodísticas en pocas manos, en las manos de unos pocos accionistas atentos a sus intereses, además de buscar el lógico beneficio a sus inversiones, la presión política, la competencia feroz... configuran una muralla de obstáculos que pocos, o ninguno, saltan, Terminan escribiendo al dictado de los intereses económicos, políticos o ideológicos de quien le paga, independientemente de las convicciones propias y de los olvidados objetivos del periodista de raza.
Hoy el periodista no informa, “forma” (o lo intenta), crea opiniones derivadas de sus posturas, de sus afirmaciones. Se insulta, se ofende, se utiliza cualquier cosa, cualquier método para ganar audiencia, lectores, o escuchantes. En fin, espero que al menos alguno de los futuros periodistas, alguno de los que se van incorporando a la profesión, mantenga la utopía de los principios, informe con veracidad, con objetividad, confirmando las fuentes más allá de toda duda y mantenga la ilusión y la fuerza necesarias para ser periodista, y no un asalariado más con pluma, o PC.

14.12.08

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