27/7/09

Los toros desde la barrera


Estos líderes carismáticos que encabezan organizaciones de todo tipo y al poco tiempo se creen grandes comunicadores, sabios gurús de las más variadas ciencias y pretenden enmendar la plana todos los políticos, incluso a los de su bando, me producen gastritis, dermatitis y malamilktitis.
Díaz Ferrán es un ejemplo, sabrá hacer millones, eso seguro, y no quiero ni saber cómo los ha hecho, aunque hay un dicho popular según el cual nadie con su trabajo puede hacerse millonario, es decir... A lo que iba, que bien sea por los muchos millones que atesora, bien sea por las suculentas cuotas que aporte a la Confederación Empresarial, de repente y como por casualidad se encuentra al mando del acorazado que dirige la guerra (o la paz) de los empresarios contra las organizaciones sindicales y el gobierno, si no es de su color. Y se cree el Almirante de la Mar Océana, y se burla de todo quisqui, y desprecia a todo lo que le rodea y, a las veinticuatro horas de cenar o comer con Rajoy, cambia de rumbo el acorazado y dice que no firma nada, que lo quiere todo, y que las cotizaciones a la SS que las paguen los parados, y a los parados que les atienda el socorro rojo y...
Y el dialogo social lo han roto los demás, dice con esa cara. Hay gente que se merece una revolución, un Octubre rojo, por provocarlo con su estultez, más que nada.

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