17/2/10

Lo de las pensiones

Responsabilizar de la situación económica del País a este Gobierno es de tuertos de los dos ojos. Aunque se diga mil veces siempre estarán los otros diciendo lo contrario, alguien se lo creerá. Tenemos lo que tenemos , además de por formar parte de la aldea global, porque somos lo que somos. Hubo una época, hace unos veinte años, que pareció que cambiaríamos como sociedad moderna, que seríamos todos ecologistas, responsbles fiscales, solidarios... pero fue un sueño que duró sólo unas semanas, o unos años, muy pocos. De nuevo nos ofrecen las facturas de lo que sea sin IVA, por ejemplo (eso significa dinero negro y nula inspección). Siguen aplicándose el sistema fiscalde "módulos" a los autónomos que, si funcionan bien, se van al Caribe a disfrutar- con el IVA que pagamos tú, y yo, y aquel- y que no ingresan al Estado. Y si les va mal... han de pagar por unos beneficios que son pérdidas, hasta que cierran.
La inspección, todas las inspecciones, son ciegas y bobas, o no tanto, igual sólo son tuertas. Pueden seguir a un trabajador durante catorce años por un error no subsanado en su declaración de la renta simplemente renovando cada cuatro años y medio el procedimiento, para que no prescriba jamás. Pero algunos crímenes o delitos económicos- de gente conocida- prescriben a los cuatro meses, o poco más, para asombro y refocile del paisanaje.
Somos un país "diferente", genuino, muy de la pata la llana, incapaces de aprobar y ejecutar planes a cincuenta años, inversiones necesarias divididas y cumplidas en varias legislaturas, gobierne quien gobierne. Somos la lesche, y los políticos, los policías, los bomberos, y hasta los inspectores de hacienda, somos todos, forman y conforman este magma social que somos los españoles.
Que no es fatalismo, es algo de experiencia viendo los errores que se repiten mande quien mande, que para eso está el pueblo llano, para navajear a sus dirigentes, sobre todo si son buenos para ellos, aquí tan sólo se aplaude y santifica a los dictadores y materifes. ¿A qué venía esto? Ah, sí, que en los años sesenta el personal se incorporaba al trabajo a los catorce años y cotizaba hasta que le enterraban, generalmente a los seis meses de cobrar su primer "salario" de pensionista. En estos últimos diez años la incorporación al trabajo- por pitos o flautas- suele ser a partir de los treinta años, o así. Luego viene lo de los contratos basura, el tiempo de cotización es tan corto que da risa, y se agotan las prestaciones tras sucesivos y reiterados "desempleos".
Que alguien me explique cómo habiendo aumentado el importe de las pensiones- todas- cubriendo a grupos que no se cubrían antes, ampliando todas las coverturas y creando otras nuevas... ¿cómo se puede mantener esta vaca dando leche? Hacer trabajar a los abueletes hasta los setenta no es solución, sobre todo para abueletes bomberos, mineros, albañiles, pintores, descargadores, policías en activo, militares de a pie, cirujanos con Alzheimer... ¿Cómo hacer para que, cotizando la mitad de años, se obtengan prestaciones de cuentacorrentistas?, que decían los abuelos el siglo pasado.
Hasta ahí no llego, hoy.

3 comentarios:

  1. Decía hace unos días Iñaki Gabilondo: "...es que lo miremos por donde lo miremos, todo pasa por, para, dentro, bajo, sobre, por, los bancos, los consorcios financieros, los colosales flujos de dinero que se pasean imperiales sobre la cabeza de las democracias.
    Con el gran desplome mundial creímos que había llegado el tiempo de la política. Pero no ha sido así. Los votos son cada vez más buñuelos de viento.”
    Esto, que es una verdad como un templo, no creo que haga mella en la mayoría de la población. La batería mediática de la derecha, poderosa en cuanto a ocupación de la práctica totalidad del espetro "informativo". Ya no se oye hablar para nada del ORIGEN de la crisis. Mucho menos, de la demanda de responsabilidades. La factura: se queda para los gobiernos que se la han encontrado en forma de aumento desproporcionado del paro. Y en el colmo del cinismo, cuando los gobiernos, como el nuestro, para hacer frente a sus consecuencias, se endeuda, ahora vienen los mismo que originaron "la tostá" demandando responsabilidades por el endeudamiento. La pelicula terminará como es habitual: pagan los platos rotos aquellos que ni tienen arte ni parte en el desaguisado. Y si no, al tiempo.
    se cumple el axioma de que una mentira, repetida hasta la saciedad, deviene verdad incuestionable (Goebels, el ideólogo de los nazis).

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  2. Tal como lo pintas Narbona, queda en evidencia que los culpables pasan a acusar a los gobiernos que han salvado la bancarrota a cambio de endeudarse, de ser impopulares y perder, seguramente las elecciones. Pero de esto último no tiene toda la culpa el poderoso club de los especuladores, la tendrá también ese pueblo llano, tan sabio él, que aclama con frecuencia, y durante décadas, a sus verdugos.
    Gracias por tu visita/

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  3. Cierto, mi querido amigo. Pero a pesar de que el principio desde el que partimos los demócratas es que somos adultos y no necesitamos tutelas, estarás conmigo en que a poco que inicies una conversación con alguien comprobarás que afloran ideas que no se sostienen a menos que falte información.
    Llegar a determinadas conclusiones nacidas del fomento de lo visceral es fácil para aquellos que tienen a su disposición una batería mediática que arrasa y que vá a más.
    Hay muchas anormalidades en nuestra democracia. Hay síntomas alarmantes de déficits democráticos. Pero cuando se hace cotidiano -y valga la metáfora-conducir por la izquierda y al mismo tiempo por la derecha, se tiene a creer que "eso" es normal. Pero estarás conmigo en que de normal, nada de nada. Salvo que quieras tener un accidente.

    Pues bien, considero que la "convivencia" de los valores democráticos con los que no lo son, al margen de ser una obscenidad en toda regla, es a mi modesto entender el polverío que nos ha conducido al actual lodazal de la política española.

    Porque hay que ser muy negao o terco o ambas cosas a la vez para no ver con meridiana claridad que las formas de hacer las cosas del partido que canaliza el pensamiento conservador es impresentable y se aleja de los usos y costumbres del buen hacer democrático. No son creíbles. Más bien, peligrosos.

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