30/1/14

Félix Grande. Hasta la vista Maestro.

El poeta y narrador extremeño Félix Grande nos ha dejado a sus 76 años, de improviso, como suelen ocurrir estas cosas. Nacio en Mérida el 4 de febrero de 1937, pero sus  primeros veinte años transcurrieron en Tomelloso (Ciudad Real), donde trabajó como pastor, vaquero, vinatero y vendedor ambulante hasta que, mediados 1.957 se trasladó a Madrid, donde fijó su residencia definitiva.
Grande tenía muchas  y excelentes cualidades pero una de las más destacables sin duda era aquella facilidad suya para juntar, para unir palabras que sonaban a música. Sus escritos, su prosa, se leen como poesía en estado puro. La poesía tuvo una importancia vital en su vida. Se consideraba seguidor de autores como Antonio Machado, Neruda, García Lorca, Miguel Hernández, Juan Ramón Jiménez o José Hierro.
En 1963 recibió el Premio Adonais de Poesía por «Las piedras»; en 1967, el Guipúzcoa por «Música amenazada»; en 1979, el Nacional de Poesía por «Las rubaiyátas de Horacio Martín»; y en 1980, el Nacional de Flamencología por su ensayo «Memoria del flamenco». Dirigió la revista «Cuadernos Hispanoamericanos» durante más de veinte años y en 2004 fue galardonado con el Premio Nacional de las Letras en reconocimiento a su labor literaria.
Su poemario más reconocido «Blanco spirituals», 1967), pero también escribió novela, cuento, ensayo y artículos periodísticos, como «La vida breve» y «Once artistas y un Dios», aparecidos en 1986.
Félix Grande era académico de número de la Real Academia de las Artes y las Letras de Extremadura. El literato, que fue nombrado Hijo Predilecto de Mérida, también obtuvo, entre otros, el Premio Felipe Trigo de Narración Corta en 1994.
En su juventud, el poeta se empleó en diversos oficios hasta que en 1.961 entró a formar parte de la revista cultural Cuadernos Hispanoamericanos, donde trabajó durante treinta y cinco años, trece de ellos como director.
Durante el periodo 1969-71, dirigió la colección de libros El puente literario, de la editorial Edhasa, y en 1989 estuvo al frente de la revista de arte Galería. También coordinó cursos sobre flamenco en varias universidades y diferentes instituciones españolas.
Su obra ha sido traducida a una docena de idiomas. En 2012 publicó su última obra, el poemario Libro de familia, uno de sus libros más libres y en el que refleja los pilares de su vida: su infancia, su madre, su mujer, la poeta Francisca Aguirre, el padre de su mujer, la música de Bach, el flamenco, Antonio Machado y Cesar Vallejo.
¿Cuando volveremos a contar con alguien semejante? Alguien con nos delite con otra obra literaria como su "Balada del abuelo Palancas". Inolvidable.

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